El rendimiento atlético y la recuperación comienzan en el nivel celular. Las células sanas producen energía de forma eficiente, regulan la inflamación y reparan los músculos más rápidamente. Apoyar la salud mitocondrial mediante una nutrición, hidratación, sueño y movimiento inteligentes mejora la resistencia y la recuperación. Sutil pero poderosa, la optimización celular puede aumentar la resistencia y el rendimiento a lo largo del tiempo, proporcionando una ventaja vital a los atletas.